La obra:
El autor es José Gefe de Villa, la obra corresponde a la segunda edición del año 1832.
En esta ocasión no incluiremos la biografía del autor, pues no conseguimos encontrar alguna reseña sobre el mismo.
Destacamos la diversidad temática de este texto, en el cual además de abordar curiosidades y maravillas de toda índole, presenta cuadros con estadísticas sobre la geografía física, geografía de la población y geografía económica de Europa y el mundo.
Algunos trozos de lectura:
Página 59
Colchones: Según Plinio, los galos inventaron los colchones de lana.
Página 81
Estufas: Los romanos tenian dos clases de estufas; una consistia en hornos subterráneos, que por medio de unos conductos comunicaban el calor a las habitaciones; y la otra en estufas portátiles para colocarlas donde se quería. Sin embargo, es de presumir que las estufas, cuyo uso es tan comun en los climas frios, deben su origen á los habitantes del Norte. En 1686 Mr. Dalesme imaginó una nueva estufa, en la que una corriente de aire bien dirigida forzaba á el humo á descender al brasero y á convertirse alli en llama. Posteriormente Mr. Vicente de Montpetit inventó hacia el año 1770 una estufa hidráulica muy económica y saludable: luego se han discurrido otras diversas especies de estufas.
Páginas 100-101
Jaletina de huesos: El físico Mr. Papin fue el primero que observó que los huesos de los animales contienen una sustancia nutritiva, y buscó los medios de estraerla, lo cual logró, aunque imperfectamente, hacia el año de 1682. Otros sabios, movidos por los primeros ensayos de Papin, se ocuparon de investigar medios mas sencillos y económicos para estraer esta sustancia: y por fin Mr. D´Arcet obtuvo un éxito feliz á principios de este siglo, logrando estraer de los huesos tan preciosa sustancia por medio del ácido hidroclórico, y convertirla en jaletina, que puede servir para alimento del hombre; entendiéndose tambien su utilidad á otras aplicaciones ventajosísimas á las artes, pues se usa para clasificar el vino, para hacer cola fuerte, cola de boca, perlas falsas, etc.
Página 226
El hombre, en el curso ordinario de la vida, pasa por siete diversos estados ó edades, á saber:
Infancia o niñez: La edad del niño desde que nace hasta los 7 años.
Puericia: La edad que media desde los 7 años hasta los 14.
Adolescencia ó pubertad: Desde los 14 hasta los 25 años.
Juventud: Desde los 25 hasta los 40.
Edad viril: Desde los 40 hasta los 60 años.
Senectud ó vejez: Edad que empieza a los 60 años y dura hasta el fin de la vida: sin embargo, á la ancianidad ó edad muy avanzada se llama tambien.
Decrepitud ó suma vejez: Que prudentemente se puede decir empieza á los 80 años: pero á ésta son los menos los que llegan.
Estas siete edades ó estados de la vida pueden reducirse á cinco, que es como comunmentese distinguen, á saber: infancia, adolescencia, juventud, edad viril y senectud: otros las reducen á cuatro.
Página 233
Breve descripcion de las maravillas del mundo
El Coloso de Rodas
Éste consistia en una estátua de bronce que representaba á Apolo, y se habia colocado en el puerto de Rodas en honor del Sol. Tenia 105 pies de altura, y apoyaba sus enormes pies sobre dos rocas que daban entrada á dicho puerto, de manera que los navíos pasaban por entre sus piernas. Cares de Lidia inmortalizó su nombre con la construccion de este Coloso, en la que empleó doce años. Unos sesenta subsistió en pie y sin daño alguno, hasta que fue derribado por un temblor de tierra, que causó muchos estragos en Oriente, mas de dos siglos antes de la era cristiana. Esta desgracia ocasionó una cuesta general en favor de los rodios, los cuales escribieron á todas partes, y recibieron infinitos donativos. Los reyes de Asia, las naciones griegas y los príncipes de Europa, acreditaron su generosidad, enviándoles con la mayor abundancia trigo, dinero, tablas, vigas, resina, plomo, hierro, etc. No hubo jamas cuesta mas abundante, dice Anquetil, porque el pretesto era restablecer el Coloso, y este acto de religion animó la liberalidad: pero los rodios dejaron al ídolo en tierra, y se aplicaron las ofrendas. Cuando Moavias, califa de los sarraceno, se apoderó de Rodas el año 667 de nuestra era, vendió el Coloso a un mercader judío, que hizo cargar 900 camellos con el metal de que estaba hecho: y valuando el peso por la carga regular de un camello, sube a 7200 libras.
Bibliografía:
GEFE de Villa, José. Manual de curiosidades: ó sea recopilacion de noticias históricas, geográficas, estadísticas, etc. útil a toda clase de persona. 2da. ed. considerablemente aumentada. Madrid, Imprenta de Don Tomás Jordan. 1832. 260 p.