"Historia de la composicion del cuerpo humano" de Juan Valverde de Hamusco, Impresa por Antonio Salamanca y Antonio Defrery, en Roma año de 1556.
El autor: Juan Valverde de Hamusco, médico español nacido en Hamusco (Palencia), estudió humanidades y filosofía en España y posteriormente medicina en Padua. Trasladado a Roma, fue allí médico del Cardenal Juan de Toledo, nombrado más tarde Arzobispo de Santiago de Compostela. Se ignoran que otros cargos desempeñó este médico que alcanzó gran fama como anatomista y dejó escritas importantes obras por las cuales su nombre figura en el "Catálogo de Autoridades de la Lengua", de la Academia. Las principales son: "De animi et corporis sanitate tuenda" (Paris, 1552) e "Historia de la composicion del cuerpo humano" (Roma, 1556). De las dos se hicieron varias ediciones en español e italiano.
La obra: "Historia de la composicion del cuerpo humano" es un tratado de anatomía moderna que está dividido en siete libros, en los que se complementa y confronta lo escrito por destacados anatomistas como Galeno y Andrés Vesalio.
Destaca por tener grabados de muy buena factura, en los que se muestran con detalles todo lo que el autor explica sobre anatomía.
Esta obra contribuyó a través de 16 ediciones en cuatro idiomas a difundir la nueva anatomía en toda Europa. De hecho fue uno de los textos más leidos y profusamente editados durante el Renacimiento.
Incluye 42 láminas y su dibujo ha sido atribuido a Gaspar Becerra.
Algunos trozos de lectura transcritos:
Libro primero, capítulo II, hoja 4.
Huesos de la cabeza.
"Cabeza llaman los medicos toda aquella parte que cubren los cabellos, cuya natural figura es como una pelota ovalada o apretada un poco con las manos, de los lados mas ancha de atras que de adelante, pero de entreambas partes levantada aunque algo mas de detras y llana en medio".
Libro cuarto, capítulo I, hoja 71.
En que partes del cuerpo se engendran los espiritus de la vida.
"Queriendo nuestro hacedor darnos una vida mas perfecta de la que las plantas y hierbas tienen fue necesario crear en nuestro cuerpo un particular miembro en el cual (como en fragua) la cual virtud se fortalece, y asi nos proveyo del corazon tan necesario a la vida que ningun animal tan pequeño vive en quien no halle ese miembro o cosa que se parezca. En ese corazon se engendran los espiritus que dan la vida llamados por ellos vitales, materia de las cuales es el vapor de la sangre juntamente con una parte del aire que continua por la boca y narices resollado tomamos. Y por que en el libro pasado tratamos de los miembros necesarios a la generacion de la sangre en este sera bien tratar de los que son necesarios a la generacion de los espiritus. Ya creo que sabe cada uno que si queremos que el aire entre en el corazon es menester que resollemos tirando el aire hacia dentro le hagamos pasar por el guerguero y despues por la caña de los pulmones donde distribuyendolo por la sustancia de ellos se mezcla con la sangre que diremos descender del ventrilocuo derecho del corazon por la vena arterial a la misma sustancia de los pulmones y entreambos juntos pasan por la arteria venal desde la cual entran en el ventrilocuo izquierdo del corazon. Habiendo pues el aire de pasar (antes que llegue al corazon) por todas estas partes sera mejor tratar primero de ellas lo cual hare como habre tratado de la tela que envuelve las costillas (llamada por eso pleura) la cual envuelve todos estos miembros juntos, como el peritoneo de la digestion".
Libro setimo, Capítulo XV, hoja 106.
De los sentidos del gustar y tocar.
"Del instrumento de tocar no hay cosa nueva que decir porque al principio de este libro dijimos que ningun nervio carecia de los sentidos. Habemos puesto los fundamentos armaduras de la humana fabrica que son los huesos y ternillas y despues tratamos de las ataduras y coberturas de ellas que son las ataduras, pellejuelo, el pellejo de la gordura, la tela llamada carnosa, los morzillos y ultimamente toda la tela que envuelve los huesos llamada periostion. Despues pusimos en esta fabrica principios que le dan mantenimiento, vida y sentido y tres fuentes de canales mediante los cuales estos tres principios distribuyen su virtud por toda ella y con ello he dado fin a esta historia cuanto mas breve y sucintamente he podido".
Bibliografía:
Valverde de Hamusco, Juan. En
Enciclopedia universal ilustrada europeo-americana. (Vol. 66, pp. 867-868). Barcelona : Hijos de J. Espasa.
