viernes, 11 de enero de 2019

HAI EXCOMUNION

Las bibliotecas han sido desde su creación depositarias de saber y lugares que son fuente de conocimiento para sus usuarios. Sin embargo, algunos de sus ejemplares han sido objeto de deseo para los bibliófilos (amantes de la posesión de fragmentos o libros completos que resultaran escasos, de gran valor artístico o documental), así como de destrucción del saber que albergan en sus páginas, por motivos ideológicos principalmente.

Ante la situación de despojo que sufrieron las bibliotecas durante la época moderna, y dado que los eclesiásticos eran quienes custodiaban la mayor parte del patrimonio bibliográfico en Occidente, la medida a tomar llegó a involucrar a la máxima autoridad eclesiástica, provocando que en 1568 el Papa Pío V ordenara un decreto por el cual se excomulgaba a las personas que realizaran actos de enajenación o destrucción del material bibliográfico.

Una de las cédulas más famosas por su contenido es la que se exhibe en la Biblioteca Histórica de la Universidad de Salamanca (España), que reza así:

“HAI EXCOMUNION / RESERVADA A SU SANTIDAD / CONTRA CUALESQUIERA PERSONAS / QUE QUITARAN, DESTRUYEREN, O DE OTRO CUALQUIER MODO / ENAGENAREN ALGUN LIBRO, / PERGAMINO, O PAPEL / DE ESTA BIBLIOTHECA, / SIN QUE PUEDAN SER ABSUELTAS / HASTA QUE ESTA ESTE PERFECTAMENTE REINTEGRADA


Para los católicos, la excomunión era una de las penas más duras que se les podía aplicar, pues suponía su salida de la vida comunitaria católica. Este hecho, unido a que el patrimonio eclesiástico era poseído mayoritariamente por las órdenes religiosas y otras autoridades religiosas, nos remite a un tiempo remoto en que el conocimiento y la religión eran prácticas estrechamente unidas, casi indisolubles, de lo que la Biblioteca Patrimonial Recoleta Dominica es prueba y testimonio de este quehacer. 

Rodrigo Arriaza, profesor en artes y voluntario de la BPRD, quien tiene amplios conocimientos en diseño y maquetación, realizó el diseño de esta cédula informativa que desde finales de 2018 ambienta la Biblioteca, a la vez que habla de su propio quehacer mismo como fuente de conocimiento, investigación, pero también como lugar donde se puede ejercer lo que en la actualidad se denomina como tráfico ilícito. 

Tanto el texto, como buena parte del esquema de la cédula de la BPRD, se basan en la ya famosa cartela de la Biblioteca Histórica de Salamanca, en España, a la que se incorpora el logo de la BPRD.


Por otra parte, este tipo de textos marcan el primer intento de disuadir a aquellos que desean hurtar o destruir materiales bibliográficos, lo que ha ido evolucionando tecnológicamente con el tiempo. Penado por ley en Chile y en muchos otros países, el hurto o supone un atentado contra la propia obra en sí y contra la difusión del conocimiento que almacena el libro o la obra en cuestión. Además, el valor económico también se ve afectado por la falta de información tanto textual como visual o de alguna de sus partes, pues no olvidemos, que los libros como objetos están conformados por diversas partes y por tanto, cualquier menoscabo de información o de alguno de sus componentes, afecta al conjunto de la pieza en sí.


Este diseño impreso y ubicado en la sala de la BPRD se ha convertido en un recurso museográfico que alude a la importancia de las bibliotecas como fuente de conocimiento, a las prácticas de sus usuarios y a los intentos por disuadir prácticas que suponen un menoscabo de información para todos, afectando al patrimonio bibliográfico en sí mismo.

En la sala de lectura de la Biblioteca, también se exhibe una réplica de esta cédula, con el fin de instalar el tema del tráfico ilícito tanto a visitantes como usuarios de la BPRD.

viernes, 4 de enero de 2019

I Jornadas sobre el Libro Antiguo: "objetos, hacedores y colecciones"

Organizadas por CInELA (Círculo de Investigadores y Estudiosos del Libro Antiguo) y patrocinadas por la BPRD, el mes de noviembre de 2018 tuvieron lugar las primeras jornadas sobre el libro antiguo dedicadas a los ejes  “objetos, hacedores y colecciones”. 

Este encuentro tuvo como propósito contribuir al aumento de espacios de análisis, así como instituirse como un evento periódico para reunir, mostrar y discutir el trabajo de quienes han orientado su quehacer al estudio y análisis de ejemplares bibliográficos y documentales con carácter patrimonial.


En 2018, CInELA se constituye como un grupo de investigadores, estudiosos y académicos de diferentes ámbitos profesionales que desean reflexionar en torno a las dimensiones que integran al libro antiguo. Como Círculo de Investigadores y Estudiosos del Libro Antiguo (CInELA), entendemos por libro antiguo aquel documento bibliográfico en el que las comunidades, a través del tiempo, han reconocido un valor patrimonial. De esta suerte, la noción de libro antiguo apunta a desmarcarse de las concepciones de la historia reciente basada exclusivamente en criterios europeos, con la aspiración de apreciar la singularidad de casos situados en nuestra región latinoamericana, haciendo un énfasis en la producción y usos en Chile.

Equipo de CInELA junto a la historiadora Emma de Ramón 

Las jornadas tuvieron lugar los días 7, 8 y 9 de noviembre en la Biblioteca Patrimonial Recoleta Dominica. El primer día se realizó un workshop dedicado a los ejes coleccionar y conservar, contando con la participación del coleccionista Fernando Guzmán y la conservadora Claudia Constanzo. Los asistentes pudieron acceder y manipular algunos de los ejemplares más destacados de la BPRD, y de la colección particular de Fernando Guzmán. En esta ocasión, se conversó sobre las dimensiones de la restauración y del coleccionismo de libros antiguos, raros y valiosos. 





 Los días 8 y 9 se realizaron las jornadas abiertas sobre el libro antiguo, donde especialistas tanto nacionales como extranjeros trataron sobre las distintas dimensiones del objeto-libro. 

El jueves 8 de noviembre tuvo lugar la primera jornada de exposición de trabajos, que se desarrolló en el refectorio de la Recoleta Dominica. Algunos de los expositores fueron Bernardo Subercaseaux, Paola Corti, Moisés Hassón y Ricardo Uribe, que fueron moderados por el equipo de CInELA.







El viernes 9 de noviembre, la jornada se desarrolló en el auditorio del Museo de Santiago Casa Colorada. Algunos expositores fueron Mariano Muñoz-Hidalgo, Elizabeth Gallegos, Paulina Rodríguez, Victoria Martínez, Natalia Ortiz y Emma de Ramón.










Para saber más de las próximas jornadas, que tendrán lugar el segundo semestre de 2019, pueden consultar la web de CInELA

jueves, 3 de enero de 2019

EXPOSICIÓN METRÓPOLIS, 2018

La exposición Metrópolis (del 20 de octubre al 20 de diciembre de 2018) se dedicó al tema del grabado en los libros, dos elementos plenamente ligados tanto en el ámbito histórico de los libros como en su evolución.

El gran protagonista de esta exhibición, realizada por el Centro Internazionale della Grafica di Venezia y curada por Andreas Kramer, fue el libro de artista homónimo. El ejemplar, realizado gracias a la unión de grabados de 303 artistas de todo el mundo, incluyendo artistas chilenos, es un libro construido en "leporello" (acordeón) del cual se realizaron solamente tres ejemplares, que miden aproximadamente 60 metros lineales. 

El ejemplar exhibido en la BPRD ha transitado por diferentes sedes, y tras la muestra se realizará su donación a la Biblioteca Nacional de Chile.






















La necesidad de reproducir la misma imagen dio lugar a la creación del grabado, cuyo principio es que una matriz sea la portadora del dibujo, y mediante un procedimiento mecánico (plancha) se pueda generar un sinfín de duplicados de la misma imagen, manteniendo su carácter de copia única, pues nunca una reproducción es exactamente igual a la otra.

Hay una diversidad de técnicas asociadas al grabado, que tienen que ver con la forma en que se trabaja la matriz (que puede ser de diferentes materialidades y requerir de diversos útiles de trabajo) siendo algunas de las más conocidas la xilografía (sobre plancha de madera), la litografía (realizada sobre piedra), la calcografía, la talla dulce o buril, el aguafuerte, el aguatinta (todos ellos realizados sobre planchas metálicas), o la serigrafía (reproducción de imágenes sobre cualquier material, que transfiere tinta a través de una malla).

La mayoría de las técnicas se realizan con tinta de color negro, lo cual produce contrastes entre este color en combinación con el color del papel, habitualmente blanco. Otras, sin embargo, combinan diferentes colores tanto en el propio proceso de grabar como con posterioridad, en iluminaciones que pueden generar una mayor cercanía con la realidad. Algunos grabadores combinan diversas técnicas en el mismo grabado para lograr diferentes texturas o detalles.

A su vez, el grabado ha tenido un correlato con la reproducción de imágenes para libros y otros impresos en diversos formatos, cuya finalidad era la reproducción masiva, regularmente de ilustraciones o motivos decorativos que forman parte del libro.

En la Biblioteca Patrimonial Recoleta Dominica hay una gran variedad de ilustraciones grabadas en las páginas o incluso en sus encuadernaciones realizadas en muy diversas técnicas, que son el reflejo de la tremenda variedad de formatos que son capaces de ser reproducidos en papeles y encuadernaciones que finalmente acabaron siendo ilustraciones de libros que tratan diversos temas, y son capaces de complementar las narrativas presentes en estos ejemplares patrimoniales. En ocasiones, se pueden encontrar varias técnicas diferentes que conviven en el mismo ejemplar, o incluso la mano y en ocasiones la firma de diferentes artistas en el mismo ejemplar.


Múltiples artistas trabajaron el grabado como expresión artística. Algunos de los más reconocidos son Rembrandt, Goya, Picasso, Warhol, Durero o Hopper. Otros, como Gustave Doré son famosos por las ilustraciones que realizaron para graficar ciertos libros.

Muchos de los libros reunidos para esta muestra pretenden dar cuenta del grabado en cuanto arte al interior de los libros que la biblioteca custodia, y en los cuales se pueden apreciar trazos, juegos de luces y sombras, e incluso algunas composiciones que ya se encuentran en el imaginario de todos, como es el caso de algunos grabados de El Quijote.


La selección de libros generada pretendía dar cuenta de la diversidad de técnicas, tanto en blanco y negro como a color, presentes en la BPRD: xilografías, calcografías, oleografías, etc. Incluso hay una amplia variedad de temáticas que reflejan la multitud de contenidos o materias rastreables al interior de la propia Biblioteca (enciclopedias, diccionarios de historia natural, arte, física, obras literarias, entre otros). 








Los grabados que aparecen en los ejemplares de la Biblioteca, pueden estar insertos en encuadernaciones, frontispicios y primeras páginas, mientras que otros tienen un valor iconográfico en que las imágenes complementan y enriquecen el texto. Otras obras remiten a la técnica e historia del grabado, o bien a destacar algunos artistas relevantes. 

Algunos de los ejemplares de la BPRD destacan por su valor artístico, iconográfico o histórico, como los grabados realizados por Gustave Doré, un mapa desplegable presente en un ejemplar de La Araucana o un tomo de la primera enciclopedia francesa, dedicada a reproducir cómo se realizan algunos grabados.






"Las maravillas del grabado" es uno de los libros que se muestran en la BPRD durante esta exposición. Fruto de un estudio previo, esta publicación había sido investigada, como se documenta en la web de la propia Biblioteca. Forma parte de la Colección Biblioteca de las Maravillas, en la cual están presentes grabados tanto en su encuadernación como otros al interior, que acompañan al texto.